¿Cuál es la diferencia entre los tipos de colesterol?
Comencemos por la peor parte. El colesterol LDL, también llamado colesterol “malo”, está formado por lipoproteínas de baja densidad que se encargan de llevar el colesterol desde el hígado a las células del cuerpo. Esto se hace porque el colesterol es una molécula clave para la síntesis de algunas hormonas o vitamina D, sustancias vitales para nuestro organismo.
Lo que ocurre con este tipo de colesterol es que cuando hay demasiado se acumula en las arterias, provocando un mayor riesgo de problemas cardiovasculares. Por eso es muy importante mantener a raja tabla los niveles adecuados.
El aceite de oliva virgen extra ayuda a controlar los niveles de colesterol “malo” gracias a su contenido en ácido oleico y omega 3.
Sin embargo, el colesterol conocido como “bueno” o HDL (compuesto por lipoproteínas de alta densidad) hace el camino contrario a su homólogo negativo. Es decir, recoge el colesterol de los tejidos y los transporta hasta el hígado, donde es eliminado.
¿Por qué el aceite de oliva baja el colesterol “malo”?
Para mantener a raya los niveles de colesterol “malo” y fomentar los del “bueno”, la Fundación Española del Corazón recomienda el consumo de grasas insaturadas y la reducción de las saturadas.
Y como el producto que nos ocupa tiene unos niveles de ácido oleico y de omega 3 elevados, ayuda a mantener los niveles de colesterol sanguíneo en niveles óptimos (además de otras propiedades que seguro que desconoces).
Por tanto, el aceite de oliva es bueno para disminuir el colesterol en sangre. De hecho, es recomendable utilizarlo como la principal grasa de la dieta (en detrimento de otras menos beneficiosas) para mantener la salud arterial. Además, este oro líquido también reduce la probabilidad de sufrir enfermedades inflamatorias como la artritis gracias a su contenido en oleocantal.
¿Te ha quedado clara la relación del aceite de oliva para el colesterol “bueno”? Si es así, comparte este artículo en tus redes sociales para que tus amigos también conozpara que tus amigos también cuiden su salud mientras, a la vez, ¡saborean un buen AOVE!
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